Educación Emocional


La educación emocional es un proceso educativo, continuo y permanente, que pretende potenciar el desarrollo emocional como complemento indispensable del desarrollo cognitivo; ambos constituyen los elementos esenciales del desarrollo de la personalidad integral. El informe Delors (UNESCO 1998) afirma que la educación emocional es un complemento indispensable en el desarrollo cognitivo y una herramienta fundamental de prevención ya que muchos problemas tienen su origen en el ámbito emocional.

La prevención primaria inespecífica pretende minimizar la vulnerabilidad del alumno a determinadas situaciones o prevenir su ocurrencia, para ello se propone el desarrollo de competencias básicas para la vida que se pueden aplicar a una multiplicidad de situaciones. Cuando todavía no ha surgido el problema, la prevención primaria tiende a confluir con la educación para maximizar las tendencias constructivas y minimizar las destructivas.

La educación emocional debe formar parte del currículum. Además de la sesión sistemática semanal, debe integrarse en la tarea diaria del maestro. Acostumbrándose a preguntar: ¿cómo te sientes?, ¿cómo crees que se siente el otro?, ¿cómo te sentirías en su lugar?, ¿por qué crees que has hecho esto?, ¿qué habrías podido hacer en lugar de esto? Etc. Esto podrá ayudar a entender los motivos que están en la base de los conflictos para empezar a resolverlos.

En nuestra aula las emociones las trataremos en los rincones, asamblea, talleres, proyecto es decir durante todo el tiempo escolar.  Algunas de las actividades que podemos realizar en clase para trabajar la educación emocional son:

-CONOCEMOS LAS EMOCIONES: En un principio repartiremos fichas a los alumnos en los que aparece la ilustración de una cara reflejando una emoción y el nombre correspondiente de cada una al lado. La actividad consistirá en colorear la cara y repasar los puntitos del nombre para que vayan familiarizándose y relacionando una cara con una emoción. A continuación, para reforzar el conocimiento de las emociones repartiremos a cada niño una cartulina para que hagan una careta con la emoción que deseen.





Los principales objetivos son conocer emociones, practicar la escritura, además de divertirse coloreando las imágenes.

-EL PROTAGONISTA DEL DÍA: Debemos disponer de dos cajas (en la de color azul se introducirán los nombres de todo el grupo y en la de color rojo aquellos nombres que ya hayan salido como protagonistas del día). La primera vez que realicemos la actividad, el profesor extraerá un nombre de la caja azul, esa persona será el protagonista del día. El protagonista ese día tendrá más papel en la clase: ayudando, repartiendo, dando la palabra, etc. A mitad de la sesión, el protagonista se pondrá de pie delante de la pizarra, frente a toda la clase e irá recibiendo cumplidos por parte de sus compañeros, a los cuales dará las gracias uno a uno. Los cumplidos deberán ir precedidos del nombre del protagonista del día. El profesor apuntará los cumplidos en una hoja que luego le hará una copia al niño para que la lleve a casa y se la enseñe a su familia. La otra hoja se colgará en clase, en el “rincón del protagonista del día”. Al acabar la sesión el protagonista depositará el papelito con su nombre en la caja roja, y a continuación sacará otro papel de la caja azul para decir que alumno será el protagonista del próximo día.



Los objetivos de esta actividad son promover la autovaloración positiva, el autoconocimiento, reforzar las cualidades positivas y reforzar el reconocimiento mutuo.

-NOS PODEMOS TOCAR SIN HACERNOS DAÑO: Los alumnos pasean por la clase mientras escuchan música, en un momento dado la música se para y cada niño ha de dar un abrazo al compañero que tiene más cerca. La música vuelve a sonar y los compañeros, aun cogidos, siguen paseando. Cuando vuelve a parar la música, cada pareja se ha de abrazar a la pareja más cercana. Ahora paseará un grupo de cuatro niños y cuando la música pare de nuevo se tendrán que añadir otro cuatro. Y así sucesivamente hasta que todo el grupo esté abrazado. Para reforzar la actividad podríamos hacer un mural en el que pusiera “Nos abrazamos” y el dibujo de unos niños abrazándose para que los alumnos recuerden la actividad y no sean agresivos.



 Los objetivos de esta actividad son: dar otra dimensión al contacto físico que no sea la de agresión y proporcionar sentimientos de pertinencia y vinculación.


















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